Mensaje del día – 17 de agosto de 2018


Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam

OM SRI SAI RAM

El hombre siempre anhela la dicha. El primer requisito para alcanzar la Suprema Bienaventuranza es un corazón puro. Vuestros corazones, que deberían ser blancos y puros como la leche, hoy están llenos de malos pensamientos y sentimientos. Los ejercicios espirituales comienzan con la purificación del corazón y luego en su transformción en un océano de leche. Cuando el corazón está lleno de cualidades sátvicas (puras), se vuelve como un océano de leche. Solo entonces se convierte en una residencia digna para el Señor (Vishnu), cuya morada se describe como Ksheera Sagara (el océano de leche). Pero al ceder a los impulsos tamásico y rajásico (pasivo y agresivo), las personas de hoy en día han convertido su corazón en ksharasagaram, un océano salado. En el océano salado, tenemos tiburones y ballenas. Del mismo modo, en el
corazón de los malvados, las malas cualidades como la lujuria, la ira, la codicia y la envidia florecen. Es una locura dar lugar a tales fuerzas malvadas. Deben ser eliminadas totalmente para que el Señor pueda encontrar el lugar que le corresponde en un corazón puro y santo. (Discurso Divino, 3 de mayo de 1987).

 

Man always craves for bliss. The first requisite for achieving Supreme Bliss is a pure heart. One’s heart, which should be white and pure like milk, is today filled with bad thoughts and feelings. Spiritual exercises begin with the purification of the heart and then transforming it into an ocean of milk. When the heart is filled with satwic (pure) qualities, it becomes like a milky ocean. Only then does it become a worthy dwelling for the Lord (Vishnu) whose abode is described as Ksheera Sagara (the Ocean of Milk). But by yielding to tamasic and rajasic (dull and aggressive) impulses, people today have turned their heart into ksharasagaram, a salty ocean. In the salty ocean, we have sharks and whales. Likewise, in the heart of the evil-minded, bad qualities like lust, anger, greed and envy flourish. It is a folly to give room to such evil forces. They must be removed totally so that the Lord may find His rightful place in a heart that is pure
and holy. (Divine Discourse, May 3, 1987).

— BABA