Mensaje del día – 05 de junio de 2016


Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam

OM SRI SAI RAM

Como es de práctica aún en la actualidad, el conductor de un automóvil debe abrir la puerta del mismo cuando el propietario desciende. Un dia, en el Mahabharatha, después de la batalla, cuando el carruaje había regresado, deteniéndose frente a su casa, Arjuna insistió en que el Señor Krishna, su cochero, descendiera primero y abriera la puerta. Krishna no estuvo de acuerdo, y amonestó a Arjuna con duras palabras, solicitándole que descendiera primero y entrara en la casa. Sin reconocer el significado profundo de las palabras de Krishna, Arjuna aceptó a regañadientes. Apenas él estuvo dentro, Krishna saltó fuera del carruaje. En el momento siguiente, el carruaje entero estaba en llamas. Cuando los sorprendidos Pandavas preguntaron por qué el carruaje se había quemado, Krishna explicó que todas las poderosas armas de la batalla
habían sido sometidas y mantenidas bajo Su pie; cuando Él abandonó el carruaje, estallaron. Dios siempre planifica, y se encarga de proteger a Sus devotos de todo daño. (Discurso Divino, «Rosas de verano en las Montañas Azules – 1976», Capítulo 3)

 

As is the common practice even today, the chauffeur of a car is expected to open the door of the car when the owner gets down. One day, in Mahabharatha, after war, when the chariot returned and stood in front of his house, Arjuna insisted on Lord Krishna, his charioteer, getting down first and opening the door. Krishna disagreed and, in a strong language, admonished Arjuna, asking him to get down first and go inside. Not recognising the inner significance of Krishna’s words, Arjuna reluctantly accepted and no sooner did he go inside, Krishna jumped out of the chariot. The next moment, the entire chariot was in flames. When the surprised Pandavas asked why did the chariot get burnt, Krishna explained that all the powerful arms from the battle were subdued and kept under His feet; now when He left the chariot, they exploded. God always plans and takes care to protect His devotees from harm. (Divine Discourse, Summer Roses on Blue Mountains 1976, Ch
3)

— BABA