Historias de Amor Sai: «Dios está en todas partes»

Narración del Prof. Anil Kumar:

Ahora vamos hacia el primero de septiembre: “Chicos, ¿cómo han pasado los exámenes?”.

Un chico de décimo curso se levantó y dijo: “Me han salido muy bien Swami”.

“¿Estás seguro?”.

“Sí, Swami, me han salido bien”.

“No. Has estropeado (respondido incorrectamente) dos preguntas, ¿no?”.

“Sí, Swami”.

“Sé que has fallado en dos preguntas”.

“Swami, lo siento”.

A continuación, le preguntó a otro muchacho: “¿Cómo te ha salido el de hoy?”.

“Muy bien, Swami”.

“Mhmmm. ¿Tienes confianza? ¿Cómo han sido tus notas hoy?”.

“Cien por cien”.

“Ah, bueno. Pero ayer no lo hiciste bien en tu asignatura de ciencias”.

“Ah, es verdad, Swami”.

“Lo sé, lo sé”.

Aquí aparece una afirmación importante. Swami dijo: “Estando aquí, vigilo en todas partes, veo lo que ocurre en todas partes. Mientras me muevo aquí, hablo con Mis Devotos por todo el mundo. Mis devotos están presentes en todas partes. Yo hablo con ellos”. Esto sólo significa que Dios es omnisciente, omnipotente y omnipresente. Dios está en todas partes. Es una bonita declaración que Él hizo en profundidad, que necesita nuestra inmediata atención.

Luego, en una ocasión, los chicos hicieron una puesta en escena de un drama en frente de Swami, en el Auditorio del Instituto. La noche previa, Él me llamó y dijo: “Vete a ver los ensayos”.

Tengo esto que, si quieren, pueden llamar debilidad, o virtud (si quieren verlo así), o emoción (si lo prefieren) de hablar sobre Bhagavan con todo el mundo. Sí, hablo sin parar, porque quiero terminar mis días hablando sólo de Swami. No tengo otro deseo, nada. “Swami, por favor, hazme un instrumento efectivo para difundir Tu mensaje. Para divulgar Tu mensaje, por favor hazme tu instrumento. No tengo otro deseo”.

Así, ese día tenía una cita con un grupo de habla hispana o con otro grupo cualquiera. Puesto que les estaba dando una charla, no pude asistir a los ensayos. Pero para dejar constancia de mi asistencia, fui allí porque sabía que Swami lo comprobaría a la mañana siguiente. No quise tomar ningún riesgo espiritual. Así es que fui allí a las nueve de la noche. Por aquel entonces, ya habían concluido dos ensayos, pero dije: “chicos, repítanlo una vez más. Mañana Swami puede preguntarme”. Los chicos me quieren porque soy bastante tolerante con ellos. Todos se acercan hacia mí. Yo los quiero y ellos me quieren.

Así, les pedí eso y ellos me respondieron: “No nos importa hacer otro ensayo una vez más”.

Les advertí: “Hagan esto y aquello”. Les hice algunas sugerencias, porque Swami podía preguntarme al día siguiente.

A la mañana siguiente, Swami llamó a unos cuantos de los chicos que participaban en la obra de teatro. “¡Los chico del teatro, vengan aquí! ¿Asistió Anil Kumar al ensayo de la pasada noche?”.

“Swami, sí asistió”.

“No, él llegó a las nueve en punto, momento en el que ya habíais concluido dos ensayos. Estaba dando una charla en algún sitio. Él siempre es así. Por eso llegó tarde ¿Les hizo alguna sugerencia?”.

“Sí, Swami”.

“¿Cómo puede hacer sugerencias? Nunca fue un actor. Nunca actuó en ninguna obra de teatro. ¿Cómo puede hacer algún tipo de sugerencia? Es todo una puesta en escena, eso es todo, porque sabía que iba a comprobarlo preguntándoles a ustedes”. (risas)

Luego, dijo: “Hey actor, gran actor, ven aquí”. Pensé que estaba llamando a otra persona.

“Qué te pareció la obra de teatro?”.

“Ah, muy bonita, Swami”.

“¿La viste?”.

“Muy bonita”.

“Llegaste allí a las siete en punto, ¿no es así?”.

“No, Swami, llegué a las nueve”.

Dijo: “Lo sé, lo sé. Estate preparado. Hoy, más tarde, iré a ver la obra”. Eso es lo que dijo Bhagavan.

Ahora, este es un punto serio que quiero que conozcan. Él llamó a un muchacho con una personalidad bien formada; una persona recia.

“Muchacho, interpretaste el papel de Ravana. ¡Abhah! El personaje se ajustaba muy bien a ti”. (risas)

Y llamó a otro chico. “Tú interpretaste el papel de Hanuman muy bien. Pero, ¿dónde esta la cola? No tienes cola. Hanuman tiene una cola”.

Luego, llamó a otro chico. “Muchacho, la pasada noche olvidaste tus diálogos”.

“Lo sé”.

Luego, llamó a los músicos. “En la canción número tres, no pronunciastes correctamente”. Y a continuación, me llamó a mí y dijo: “¿Notaste estos fallos?”.

“Swami, sé que Tú eres Dios. Tú lo sabes todo así es que no necesito saberlo todo yo también”. (risas)

“Hey, hey, ¡listo! ¡el listo! ¿Huh?”. Luego, sonrió.

Más tarde, Swami se dirigió a otro chico: “¿Cómo se encuentra tu madre?”.

Y luego, llamó a otro chico y dijo: ¿Cómo está Raman?”.

“Raman es mi abuelo, Swami”.

“Oh, sí. ¿Cómo se encuentra?”.

“Swami, no está bien”.

“Por eso te estoy preguntando”.

Entonces, hice una pregunta: “Swami, ¿también preguntaste sobre los abuelos de los chicos? Oh, estuviste contando lo que pasó ayer por la noche en los ensayos que hubo en el Auditorio del Instituto. No sólo es sorprendente, sino asombroso”.

Luego, Swami dijo: “La gente sabe que lo sé todo. Por eso vienen aquí. La gente viene a este lugar porque saben que conozco a todo el mundo, que incluso conozco a sus padres y a sus abuelos también. Por eso vienen aquí. Eso es Divinidad”. Eso fue lo que dijo Bhagavan.

Luego, llamó a un caballero que hizo su curso MPhil, Master en Filosofía. Primero, uno tiene que obtener su título en MPhil para matricularse en el PhD o programa de Doctorado. Le llamó. “En MPhil lograste una nota “O”, (un sobresaliente), muy bien. Ven”. Le dio prasadam. Luego, me miró a mí. “¿Sabes que hizo su Mphil?”.

“No lo sabía, Swami”.

Luego le preguntó a ese chico: “¿Me dijiste que estabas haciendo tu Mphil?”.

“No, Swami”.

“¿Has sabido las notas?”.

“No, Swami”.

“Te lo estoy diciendo. Mañana por la tarde vas a sacar una ‘O’. Creanme, al día siguiente le dieron las notas, y en su MPhil obtuvo una nota “O”. ¡Sí!.

1 de septiembre del 2002
Fuente: «Perlas de Sabiduría», autor: Anil Kumar

Las Perlas de Sabiduría son de un beneficio inmenso

Todos los días, Bhagawan habla a los estudiantes y al staff por las tardes, después de concluir las sesiones de entrevistas habituales. Bhagavan es tan bondadoso, que pasa una hora, a veces una hora y media, con los estudiantes y los profesores en el Sai Kulwant Hall, donde podemos ver a Bhagavan sentado en Su silla, rodeado de estudiantes y profesores.

Pero no todos los devotos pueden escuchar lo que Swami dice, porque no se trata de un sistema de audiencia pública. Es una conversación casual o informal. Sin embargo, durante la conversación hay ciertas “perlas de sabiduría” y estas “perlas” pueden ser de un beneficio inmenso para todos los devotos Sai.

La edición en telugu del Sanathana Sarathi ha sido publicada con todas estas charlas informales con los estudiantes y los profesores en los últimos 27 números. Eso es, en dos años y tres meses. Pensé que también sería necesario para los devotos de habla inglesa saber lo que Swami les dice a los estudiantes. Así es que recopilé estas charlas sucesivas y les incorporé algunos encabezamientos.

Estos son los puntos recogidos de Sus conversaciones con los estudiantes y los profesores. Por tanto, son muy valiosos. Debemos empezar a compartir estas “perlas Sai de sabiduría” con los devotos. Es nuestra responsabilidad y deber sagrado, no sólo en el momento presente, sino para el beneficio de la posteridad. Qué Bhagavan los bendiga en este empeño. Estoy seguro de que esta línea de actividad será alentada para que vaya más y más lejos en los próximos años. Vuestras sugerencias y comentarios en pos de una mejora son muy bien recibidos. Gracias ¡Sai Ram!

OM SRI SAI RAM