Historias de Amor Sai: «Un devoto de Grecia»

Narración del Prof. Anil Kumar:

Ahora paso al 1 de noviembre y al 28 de octubre. Estos días son importantes en el sentido de que Swami habló a un hombre de Grecia. El nombre del caballero es George. Swami se detuvo y lo llamó: “¡Hey, Grecia, ven aquí!”.

El caballero se acercó casi arrastrándose. Yo me preguntaba si le pasaba algo en los pies o algo así.

Swami dijo: “¿Ven de qué forma camina?”.

“Swami, se está arrastrando sobre sus rodillas”.

“Movido por la devoción. No es como tú, que caminas como los pendencieros. No, no. Él siente devoción”.

“Oh, ya veo, Swami”.

El hombre avanzó y Swami le preguntó: “Muchacho, ¿cómo te llamas?”.

“George, Swami”.

“Oh, George, hmmm. ¿En qué trabajas?”

“Swami, tengo una librería”.

“¿Cuál es el nombre de la librería?”.

“Ananda, Swami, Ananda”.

“¡Oh! ¿Quién más te asiste?”.

“Swami, mi hermana me ayuda”.

“Oh, ya veo. ¿Qué haces allí?”.

“Swami, limpiar la librería, vender y todo eso”.

“Oh, y ¿qué más?”.

“Cantamos, Swami”.

“¿Qué cantan?”.

“Sai bhajans”.

“¿Cuándo cantan?”.

“Durante todo el día”.

“¿Dónde cantáis?”.

“En todas partes”.

Swami dijo: “Dense cuenta de su devoción. Ustedes no son así, hmmm… ese hombre de Grecia…fíjense en su devoción”.

Y luego añadió: “Oh, ya veo. La última vez, ¿cómo vinistes a Prashanti Nilayam? ¿Cómo llegaste hasta aquí?”.

“Swami, vine caminando desde el aeropuerto de Bangalore hasta Puttaparthi”.

“Oh, ¿cuántas millas?”.

“180 millas, Swami”.

“¿Cuánto tiempo tardaste?”.

“Cuatro días, Swami”.

“Oh, ¿simplemente andaste como si tal cosa?”.

“No Swami, cargué con 18 kilos en mi espalda”.

Él caminó durante cuatro días para llegar a Prashanti Nilayam.

Swami dijo: ¿Tienen alguno de ustedes esta devoción? Fíjense en su devoción”.

A continuación, Swami dijo: ¿Cuánto tiempo has estado viniendo a Puttaparthi?”.

“Swami, 29 años. He estado viniendo durante 29 años”.

“¿Y qué hacías durante aquellos días?”.

“Swami, solía recoger arena de Prashanti Nilayam y la metía en una bolsa. Allí por donde Tú caminabas, yo recogía la arena. La guardaba en bolsas y me la llevaba a Grecia. La dejaba en mi habitación de puja en el altar”, explicó.

“¿Han oído eso chicos? Ustedes ven a Swami cada día. Fíjense en este hombre griego”.

Él estuvo molestando a los chicos de esa forma.

Y luego, Swami dijo: “Matrimonio. ¿Estás casado?”.

“No, Swami, no”.

“¿No? ¿Por qué no te casas para que alguien te ayude a cocinar?”.

“No, Swami. No me quiero casar”.

“¿Por qué?”.

“No, Swami”, exclamó.

Entonces, Swami me miró y dijo: “¿Por qué se lamenta?”.

Yo dije: “Swami, quienes se casan, lloran, y me siento feliz de que este hombre, que no está casado, también esté llorando. Así es que, ambos grupos estamos lamentándonos. No hay diferencia. Él llora debido al miedo que le tiene al matrimonio. Nosotros lloramos porque nos hemos casado. Está bien, ¡vamos a llorar a coro!”. Eso fue lo que dije.

Él hombre insitió: “Swami, no quiero casarme”.

Y entonces, Swami dijo: “¿Has venido aquí tú solo?”.

“No, Swami. Mi amigo está sentado allí”.

“¿Tu amigo?”.

“Sí”.

“¿Quién es?”.

“Swami, es un campeón Olímpico Internacional”.

“¿Un campeón Olímpico?”.

“Sí, salto de altura… número uno del mundo, de Grecia. También él está aquí, Swami”.

“Oh, ya veo. Ven, muchacho”. Él le llamó. El chico se acercó, un joven muy alto.

“Mmm, ¡Qué! Cuenta tu experiencia a estos chicos”.

Él compartió que se casó y que cuando él y su esposa esperaban a su primer hijo, consultaron a muchos doctores. Todos ellos dijeron que su mujer daría a luz a un niño varón. Todos los tests y análisis de exploración confirmaron que tendrían un niño. Sin embargo, ambos rezaron a Swami: “Swami, queremos una niña, no un niño”.

Swami dijo: “Todos los doctores han dicho que tendrán un niño varón”.

“No, Swami. Tú puedes cambiarlo”.

“¿Tienen fe en ello?”.

“Sí”.

“Retírense”.

Se marcharon y, como ellos querían, la mujer dio a luz una niña. Y Swami dijo a los estudiantes: Takka, lo cambié. Si ustedes, muchachos, no se comportan correctamente, ¡los transformaré en chicas de inmediato! Compórtense correctamente”.

Eso fue lo que Bhagavan les dijo. (risas)

Luego, Swami siguió hablando: “Hey, George, todos tus parientes están en Grecia. ¿Por qué vienes aquí cuando todos tus familiares están en Grecia?”.

“No, Swami. Yo no tengo parientes”.

“¿No tienes familiares?”.

“No”.

“Qué raro. ¿No tienes ningún familiar?”, volvió a preguntar Swami.

“Swami, mis parientes son los devotos Sai. No tengo a nadie más”.

Bhagavan se mostró feliz.

“George, ¿vas a quedarte aquí para el Cumpleaños?”.

“No Swami, debo regresar”.

“¿Debes regresar? ¿Por qué?”.

“Celebramos Tu cumpleaños allí en Grecia”.

“Ya veo. ¿Cómo lo celebran? ¿Cómo?”.

“Swami, con globos y luces: iluminación, globos, reparto de dulces”.

“Oh, ya veo. ¿Cuántos devotos hay allí en Grecia?”.

“Swami, ministros, funcionarios, gente culta. Mucha gente es devota Tuya”.

“Oh, bueno, bueno. De acuerdo. Vete a Grecia y celebra el Cumpleaños de Baba”.

Swami se fue dentro y le dio ropa nueva como regalo por Su Cumpleaños. Eso fue lo que ocurrió el 1 de noviembre y el 28 de octubre.

1 de noviembre del 2002
Fuente: «Perlas de Sabiduría», autor: Anil Kumar

Las Perlas de Sabiduría son de un beneficio inmenso

Todos los días, Bhagawan habla a los estudiantes y al staff por las tardes, después de concluir las sesiones de entrevistas habituales. Bhagavan es tan bondadoso, que pasa una hora, a veces una hora y media, con los estudiantes y los profesores en el Sai Kulwant Hall, donde podemos ver a Bhagavan sentado en Su silla, rodeado de estudiantes y profesores.

Pero no todos los devotos pueden escuchar lo que Swami dice, porque no se trata de un sistema de audiencia pública. Es una conversación casual o informal. Sin embargo, durante la conversación hay ciertas “perlas de sabiduría” y estas “perlas” pueden ser de un beneficio inmenso para todos los devotos Sai.

La edición en telugu del Sanathana Sarathi ha sido publicada con todas estas charlas informales con los estudiantes y los profesores en los últimos 27 números. Eso es, en dos años y tres meses. Pensé que también sería necesario para los devotos de habla inglesa saber lo que Swami les dice a los estudiantes. Así es que recopilé estas charlas sucesivas y les incorporé algunos encabezamientos.

Estos son los puntos recogidos de Sus conversaciones con los estudiantes y los profesores. Por tanto, son muy valiosos. Debemos empezar a compartir estas “perlas Sai de sabiduría” con los devotos. Es nuestra responsabilidad y deber sagrado, no sólo en el momento presente, sino para el beneficio de la posteridad. Qué Bhagavan los bendiga en este empeño. Estoy seguro de que esta línea de actividad será alentada para que vaya más y más lejos en los próximos años. Vuestras sugerencias y comentarios en pos de una mejora son muy bien recibidos. Gracias ¡Sai Ram!

OM SRI SAI RAM